25/11/2011

Hasta ahora, el microcrédito en España, ha sido principalmente un producto ofrecido por las cajas de ahorros y más especialmente por sus obras sociales.

El microcrédito, pequeño crédito que se concede a las personas desfavorecidas para iniciar una actividad productiva, se concede sin ninguna garantía financiera, o muy escasa, y por este motivo se financia o se garantiza a través de las obras sociales  de las cajas.

Las cajas de ahorros tienen sus orígenes en los Montes de Piedad creados en los siglos XVII y XVIII.  Fundados por entes benéficas con el fin de luchar contra la usura y ayudar a las personas más necesitadas,  los Montes de Piedad ofrecían pequeños préstamos a personas pobres  a cambio de unas pequeñas garantías prendarias tales como ropa, joyas, maquinas de coser,…

El microcrédito tiene una especial relevancia en la labor social de muchas cajas de ahorros españolas desde hace unos 10 años, del mismo modo que han tenido, y siguen teniendo aún,  los préstamos del Monte de Piedad.

Numerosas personas, mujeres, jóvenes, inmigrantes, han conseguido consolidar sus proyectos de vida gracias al microcrédito.

El sector de las cajas de ahorros se encuentra actualmente en una fase de amplia reestructuración y en pro de su rentabilidad, su inminente conversión en bancos ira posiblemente en detrimento de su labor social.

El microcrédito que es a la vez un producto financiero y social,  puede ayudar a muchas personas en situación de riesgo de exclusión,  a estabilizar su vida laboral gracias a la puesta en marcha de una pequeña actividad empresarial. Cuenta con el respaldo de Naciones Unidas, de la Unión Europea, de las administraciones públicas y como tal debe seguir ofreciéndose, más aún en esta época de crisis económica y de desempleo tan fuerte.