Françoise Clementi

PIB y medioambiente

Necesidad de modificar el PIB: Inclusión de nuevos indicadores ambientales para tener una visión real sobre la situación de la Tierra, sus recursos y su grado de contaminación.

“El PIB de un país mide “todo excepto aquello que hace que la vida merezca la pena” (Robert F. Kennedy – 1968)

El PIB es un indicador que mide la riqueza de un país: sus bienes y servicios producidos durante un periodo dado, normalmente un año.

El objetivo anual de cualquier gobierno es que crezca el PIB, ya que según la doxa de la mayoría de los economistas globalistas, el crecimiento del PIB es la señal de que la economía del país tiene buena salud aunque su determinación no contemple ni la justicia social, ni la calidad de vida de los ciudadanos, ni siquiera una evaluación de los recursos naturales y del aumento de la contaminación de agua, tierra y aire.

Desde la revolución industrial y el aprovechamiento de los recursos fósiles, carbón, petróleo y gas, el crecimiento del PIB ha subido al mismo ritmo que el consumo de dichas energías. Una crisis del petróleo siempre provoca una menor actividad industrial, una crisis económica y una bajada del PIB.

La quema de los combustibles fósiles produce emisiones de dióxido de carbono, CO2, un gas de efecto invernadero muy estable que perdura en la atmósfera durante unos 10.000 años y hace que cuanto más CO2 se emite más aumenta su concentración y más sube la temperatura media global del planeta.

Teniendo en cuenta que no existe actualmente una fuente de energía «limpia» que pueda sustituir en cantidad y rendimiento al conjunto de las energías fósiles, la humanidad se encuentra ahora en una encrucijada:

  • seguir quemando carbón y otros combustibles fósiles contaminantes y que suban las temperaturas medias globales de la Tierra en las próximas décadas hasta convertir una buena parte del planeta en inhabitable y a merced de eventos climatológicos extremos.

o bien

  • limitar drásticamente el uso de los combustibles fósiles, provocando un fuerte cambio del modo de vida de los ciudadanos y una caída del PIB porque la disminución de la actividad industrial será irremediable.

Los científicos alertaron hace más de 50 años sobre ello (informe Meadows) pero ningún gobierno ha sido capaz de tomar las medidas necesarias para frenar esta carrera hacia el desastre. Esta inacción se debe a la influencia de los lobbies de las empresas energéticas, a unas pérdidas económicas y al temor a las reacciones de los ciudadanos contrarias a medidas impopulares de moderación en el consumo.

Ahora nos encontramos con muy poco margen para actuar y limitar los daños provocados por

  • el deterioro constante de la biosfera
  • el aumento de desastres climatológicos en número y fuerza (lluvias torrenciales, tormentas, huracanes)
  • las inundaciones, olas de calor y grandes sequías, ..
  • la disminución de los rendimientos agrícolas,
  • el aumento en número y fuerza de los incendios forestales,
  • las migraciones forzosas de poblaciones que viven en zonas de alto riesgo.

Si a ello añadimos la constante disminución de las reservas de gas, petróleo y algunos minerales estratégicos, se prevén grandes conflictos entre países durante las próximas décadas.

Los planes gubernamentales sobre Desarrollo Sostenible.

El término «Desarrollo Sostenible» es un oxímoron porque sostenibilidad (menos CO2) y desarrollo económico (= más PIB) son objetivos incompatibles.

Las medidas de eficiencia energética iniciadas hace algunos años han conseguido frenar el consumo de energía, sin embargo se puede comprobar en la siguiente gráfica que un descenso en el consumo de energía produce siempre un descenso del PIB.

Se ha dicho antes que las energías verdes no tienen la capacidad suficiente para sustituir las fósiles. En el siguiente gráfico observamos que a nivel mundial,

  • el consumo de energías aumenta del mismo modo que la población
  • el peso de las energías verdes es prácticamente insignificante
  • al aumento constante del consumo de energías fósiles incumple el objetivo definido en el Acuerdo de París (2015)

En los países más desarrollados, el peso de las energías verdes crece pero no puede compensar el consumo de energías fósiles a nivel global.

¿Soluciones?

Los efectos del deterioro ambiental y del cambio climático se hacen cada vez más visibles, pero parece imposible vencer la inercia general instalada en una gran parte de la población y sus representantes.

  • Las medidas necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son impopulares y producen el rechazo de los ciudadanos. Por ejemplo la sola recomendación de comer menos carne roja ha producido mucha irritación en las redes sociales. Se debería explicar mejor las razones por las cuales unas medidas son positivas para el planeta y porque un consumo desenfrenado nos lleva al abismo.
  • Cambiar el PIB por otros indicadores que contemplen (por ejemplo):
    • el valor y el estado de los recursos naturales
      • el agua
      • el aire
      • los combustibles fósiles
      • las materias primas (minerales)
      • los bosques
    • Los niveles de contaminación responsables de:
      • la degradación suelos agrícolas (pesticidas, fertilizantes),
      • las enfermedades respiratorias en ciudades (tráfico urbano)
      • la basura generada no reciclada
      • la pérdida de la biodiversidad
    • La justicia social
      • la distribución de la renta
      • el grado de bienestar de los ciudadanos o calidad de vida

Si se incluyesen unos indicadores ambientales para juzgar el desarrollo de un país, quizás los gobiernos empezarían a tomarse en serio la protección e la vida en la Tierra.

ver:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Reddit
WhatsApp
Telegram
Email
Print

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.